La contaminación del aire es una mezcla de partículas sólidas y gases en el aire. Las emisiones de los automóviles, los compuestos químicos de las fábricas, el polvo, el polen y las esporas de moho pueden estar suspendidas como partículas. El ozono un gas, es un componente fundamental de la contaminación del aire en las ciudades. Cuando el ozono forma la contaminación del aire también se denomina smog.
Algunos contaminantes del aire son tóxicos. Su inhalación puede aumentar las posibilidades de tener problemas de salud. Las personas con enfermedades del corazón o de pulmón, los adultos de más edad y los niños tienen mayor riesgo de tener problemas por la contaminación del aire. La polución del aire no ocurre solamente en el exterior: el aire en el interior de los edificios también puede estar contaminado y afectar su salud.
La contaminación del aire es un problema grave que afecta la calidad de vida, la salud de las personas e inclusive el equilibrio climático de la Tierra. Cuando la causa de la contaminación del aire es natural, usualmente se trata de un proceso puntual que afecta sólo un área del planeta. Las causas que están relacionadas con la actividad humana tienen una capacidad mayor de causar daño al ecosistema terrestre de manera permanente.
Los carburantes fósiles y el transporte
El gran agente contaminador del aire es la utilización de carburantes fósiles como fuente de energía, que emiten dióxido de carbono (entre otros contaminantes) a la atmósfera. En este problema los gases emitidos por los automóviles, vehículos pesados y otros medios de transporte siguen presentando un desafío sin solución inmediata.
Los avances en la búsqueda de fuentes de energía alternativa han sido mayores en otras áreas (fábricas, plantas generadoras de energía eléctrica) que en el transporte. El debate internacional sobre el efecto invernadero y las emisiones de dióxido de carbono es compleja y está afectado por intereses económicos y políticos.
Las chimeneas de la industria
Hay que diferenciar dos tipos de contaminación del aire generados por las fábricas. El primero es el provocado por la fuente de energía que utilizan para el funcionamiento de sus hornos y máquinas. Este tipo de polución ha disminuido notablemente debido al reemplazo del carbón y el petróleo por la energía eléctrica. El segundo tipo de contaminación está relacionado con la actividad puntual de cada industria. El control de las emisiones depende de la rigurosidad y la eficiencia de las autoridades.
El problema de la basura
El depósito y tratamiento de la basura generada por el hombre presenta grandes inconvenientes. Los basurales a cielo abierto representan un grave problema para la salud de los residentes de las áreas donde se instalan. Lentamente se avanza en el reciclaje y el tratamiento de la basura, e inclusive en su utilización como fuente alternativa de energía.
La industria química
Las industrias que generan productos a través de procesos químicos agregan otro factor a los mencionados para el resto, ya que como resultado de estos procesos se generan tóxicos de alta peligrosidad. Un accidente o un mal funcionamiento en estas plantas industriales pueden envenenar el aire y provocar una catástrofe. Es por eso que se las suele agrupar en polos petroquímicos donde las medidas de seguridad son estrictas y los controles permanentes.
Las centrales eléctricas
La energía eléctrica se puede producir de muchas maneras. Las plantas generadoras que se alimentan a carbón o derivados del petróleo están dentro de las que más contaminan, y desde hace décadas se las busca reemplazar. Otras fuentes de energía como la nuclear, la hidroeléctrica, la solar y la eólica se han desarrollado con más o menos cuestionamientos, pero aún así las centrales que utilizan hidrocarburos siguen siendo las principales abastecedoras de electricidad en muchos países.
El CFC
Los clorofluorocarburos, conocidos con la sigla CFC, fueron utilizados en la fabricación de refrigerantes, aerosoles, aislantes y otras aplicaciones durante varias décadas. Luego se comenzaron a estudiar sus efectos tóxicos, que tuvieron su mayor difusión cuando se descubrió su capacidad de degradar el ozono, y desde entonces su utilización en productos masivos fue dejada de lado. Desde entonces se hizo habitual en refrigerantes, aerosoles y otros productos la presencia de una etiqueta que indica que no contiene CFC o que no daña la capa de ozono.
Incendios
Los incendios contaminan el aire de acuerdo a la naturaleza del material que se quema. Un incendio forestal provoca una contaminación peligrosa en el corto plazo, en cambio el humo liberado por un edificio en llamas puede liberar partículas más peligrosas y que pueden seguir contaminando el aire, el agua o el suelo durante más tiempo.
El tabaco contamina
El consumo de tabaco en espacios cerrados provoca una contaminación puntual que puede ser peligrosa para la salud de los que se encuentran en ese lugar. No es por simple cortesía que no se debe fumar en lugares sin ventilación, especialmente si hay personas con problemas respiratorios, niños, ancianos o embarazadas.
Volcanes y terremotos
El aire puede ser contaminado por procesos naturales como la erupción de un volcán o un terremoto, que liberan dióxido de carbono y otros gases a la atmósfera. Lo que los hombres ven como una catástrofe es una pieza indispensable del ciclo de carbono, sin el que no habría vida en el planeta. Este ciclo de carbono es el que se considera en desequilibrio por causa de la utilización de los derivados del petróleo como fuente de energía.
Concentración de metano
El metano es el hidrocarburo más sencillo y se produce naturalmente durante la descomposición de los vegetales. Es el mayor componente de lo que conocemos como gas natural y está presente en la naturaleza. Lugares como pantanos o ciénagas tienen mayor presencia de metano, y los depósitos geológicos no descubiertos constituyen un peligro latente debido a que es fácilmente inflamable y explosivo.
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